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3 consejos para que el sol no arruine tus fotos infantiles

Quizás pienses que cuanta más luz, mejores fotografías obtendrás, pero esto no es del todo cierto. Aunque es cierto que la luz es esencial para la fotografía, y en verano hay luz y de sobra, tanto la dirección, como la intensidad de ésta, durante buena parte del día, no resultan las más adecuadas.

Como ya hemos dicho en múltiples ocasiones, los mejores momentos para contar con la luz más adecuada para tus fotografías son las denominadas horas dorada y azul, sin embargo, los niños no entienden de horas fotográficas. De hecho, su nivel de actividad y ganas de ser fotografiados suele coincidir con las horas en que la luz es más dura y menos favorecedora en términos fotográficos.

Y ojo, esto no es exclusivo del verano, ocurre durante todo el año. ¿Cuándo realizas las fiestas de cumpleaños, excursiones familiares, o cualquier otro tipo de actividad con niños? Pues a plena luz del día, más concretamente, durante las fases centrales. Así que, como te encontrarás con múltiples situaciones en que no puedas cambiar la intensidad y dureza de la luz veraniega, aquí te dejo 3 consejos para obtener las mejores fotografías posibles.

Contenidos

1 Busca o crea una sombra para los niños

Cuando la incidencia del sol es directa y casi cenital sobre los niños, no sólo es que se generan duras y poco favorecedoras sombras, sino que además los niños suelen poner caras que reflejan que no están a gusto, sino que se sienten cegados por el sol.

Como no podremos «apagar» el sol, buscaremos reducir su efecto y la forma de conseguirlo es tratando de localizar ubicaciones en que una casa, un árbol, o cualquier otro tipo de objeto nos permita situar a nuestros niños bajo su sombra y que, de este modo, la luz que reciban sea más difusa, por un lado, y que su expresión facial se muestre más relajada y bonita, por otro.

Si no tienes nada de esto cerca, trata de pedir ayuda a otra persona para que genere sombra sobre los niños mediante un difusor, o mediante cualquier otro objeto de grandes dimensiones: una sombrilla, una toalla…

Tanto si es una sombra que ya esté presente en la escena, como si es una sombra creada por ti, o alguien que te ayude, es fundamental que la sombra sea densa y continua, es decir, que no haya zonas de sombra y de sol que incidan sobre el rostro de los niños, ya que el resultado moteado de sol y sombra no será atractivo.

La fotografía a sujetos ubicados bajo una sombra tiene unas características muy especiales en lo que a iluminación se refiere, si quieres saber todos los detalles, no te pierdas este artículo.

2 Analiza la dirección de la luz y sitúa a los niños en el sentido más adecuado

Salvo que estés fotografiando a la hora exacta del día en que el sol se encuentre en su punto más alto, en el resto de momentos, la luz tomará una dirección menos perpendicular y el resultado variará mucho si situamos a los niños con el sol de cara, o el sol de espaldas.

¿Cuál crees que es la opción más acertada? Pues, sin duda, situar el sol a la espalda de los niños. De este modo, no se verán cegados por el sol, la iluminación será mucho más uniforme y no se generarán sombras tan duras.

Eso sí, salvo que quieras realizar una bonita foto de siluetas, procura evitar que el sol aparezca en el encuadre y trata de exponer la toma para que sean los niños los que aparezcan adecuadamente expuestos.

Aunque si la ocasión se tercia, una imagen de siluetas tan bien puede ofrecernos un resultado fantástico e incluso dinámico, donde se pueda llegar hasta imaginar la cara de los pequeños, como en la foto superior.

3 Si no es suficiente con nada de lo anterior, prueba con el flash de relleno

¿No puedes ubicar a los niños bajo una sombra, o aún así la intensidad de la luz es muy alta?, ¿al intentar situar a los niños en el sentido adecuado para evitar la incidencia directa del sol sobre sus ojos, no consigues el resultado que esperas?, ¿no te convence demasiado el fondo que logras?, en definitiva, ¿no estás muy satisfecho con el resultado? Tranquilo, aún queda una última esperanza.

Si dispones del flash integrado en tu cámara, o, mejor aún, de un flash externo, e incluso un difusor que poder situar sobre él, podrás utilizarlo como flash de relleno para suavizar la dureza de las sombras que el sol de pleno día generará en los niños. Puedes saber más sobre el flash de relleno y otras técnicas de uso de tu flash en este artículo.

Personalmente, no me gusta demasiado el flash de relleno porque, especialmente cuando disparamos desde la cámara, puede originar un resultado un tanto artificial y plano. Sin embargo, creo que cuando la luz es demasiado dura, puede ser la última bala para mejorar ligeramente el resultado.

No tengas miedo a disparar a plena luz del día

Y con estos tres consejos espero que nunca más vuelvas a tener reparo a realizar fotografías a tus hijos, sobrinos, nietos, hijos de tus amigos, o clientes diminutos, en condiciones en que la luz sea intensa y el sol esté situado alto en el cielo.

Y si lo que quieres son consejos generales, aquí tienes mis 10 claves para fotografía de niños.

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