Fabrica difusores y modificadores de luz caseros para tus retratos

En fotografía, el dominio de la luz es esencial y, como fotógrafos, debemos ser capaces de poder gestionarla a nuestro antojo.

Como por ejemplo, cuando hacemos un retrato donde la luz del flash externo es demasiado dura y  sabemos que usando un difusor seremos capaces de poder suavizarla.

En este artículo te enseñaremos cómo fabricar tus propios difusores y modificadores de luz caseros, para que los hagas en casa de forma sencilla y con materiales económicos que encontrarás fácilmente.

Contenidos

¿Para qué sirven los difusores o modificadores de la luz?

Cuando utilizamos un flash en retrato, ya sea porque las condiciones lumínicas son escasas o como luz de relleno, se pueden proyectar sombras duras debido a la dureza de la luz. Para poder difuminar esa luz tan fuerte, directa y puntual podemos utilizar algún tipo de difusor.

Los difusores para flash externo son una herramienta que nos ayudará a conseguir dominar la intensidad de esa luz. A diferencia de los reflectores que sirven para rebotar la luz y rellenar sombras, los difusores los utilizaremos para suavizar la luminosidad. Los más habituales son por ejemplo los tipo pestaña, los tipo ventana (softbox) o los tipo caja.

Por su parte, los modificadores de la luz buscan otros efectos. Un snoot o un grid, más que suavizar la luz tienen como objetivo cambiar la calidad, la cantidad, la forma y la dirección de la luz para conseguir efectos diferentes y creativos.

Lo que pasa que a veces nos hemos dejado el difusor o el modificador en casa o, sencillamente, no queremos liarnos comprando más accesorios. Si es tu caso, no te preocupes, una tarde de manualidades y algunos objetos cotidianos serán suficientes para crear tus propios difusores.

Antes de empezar, necesitaremos algunos materiales básicos para construir nuestros difusores y modificadores de la luz. Busca por casa y recopila algunas gomas elásticas, cinta adhesiva de diferentes tamaños, cola blanca o pegamento, papel de aluminio, papel de burbujas, papel de embalaje, vasos de plástico, tijeras y cúter.

Tipos

1. Difusores omnidireccionales caseros

Estos son los difusores más sencillos y recurrentes porque podemos llevarlos en el bolsillo y colocarlos rápidamente con una goma. Para crear nuestros difusores omnidireccionales caseros nos servirá cualquier superficie traslúcida y semirrígida que podamos acoplar y fijar fácilmente al cabezal de nuestro flash externo.

Podemos usar materiales como papel traslúcido, papel de burbujas o incluso un vaso de plástico. Solo tendremos que recortar el material para que se acople bien al flash y aguantarlo con una goma elástica para que se mantenga bien sujeto.

Cuando hayas reunido el material, haz diferentes pruebas con cada uno para ver qué resultados obtienes. Mira la diferencia de realizar la misma foto sin difusor y con los difusores que nosotros hemos improvisado:

Como ves, usando difusores omnidireccionales caseros conseguimos una luz mucho más suave y homogénea. Las altas luces se difuminan notablemente, de igual modo que las sombras duras del rostro.

2. Difusor 180º casero

Ahora vamos a construir un difusor 180º para nuestro flash de mano que refleje la luz hacia delante, pero que a la vez la difumine. Para ello necesitaremos un recipiente de patatas fritas cilíndrico.

¿Por qué? Porque si lo deformamos un poco, lo podemos acoplar perfectamente en cualquier flash externo de tamaño medio. Además, hay dos ventajas adicionales que tiene este bote de patatas.

Por un lado, al estar hecho de cartón, su peso es muy reducido, por lo que no será incómodo de utilizar ni perderemos equilibrio al acoplarlo en nuestro flash. Y, por otro lado, el interior es reflectante, por lo que en lugar de absorber la luz la rebotará hacia fuera cuando disparemos nuestro flash.

Para construir nuestro difusor 180º lo que haremos será limpiarlo bien por dentro y recortar una ventana rectangular a lo largo del tubo cilíndrico.

El tamaño de la abertura debe abarcar un poco más de la mitad de su longitud total. Después lo recubriremos con cartulina negra por fuera para darle más opacidad al cilindro.

Una vez montando en el flash, probaremos a hacer fotos con nuestro 180º para ver qué resultado obtenemos. Podemos ver que conseguimos una luz mucho más suave usando el difusor, pero también perdemos algo de intensidad.

Si necesitamos un poco más luminosidad podemos aumentarla con un sencillo truco. Solo tendremos que forrar el interior del difusor 180º con papel de aluminio y así intensificar la potencia lumínica del flash cuando rebote dentro del difusor. ¿Notas la diferencia?

3. Snoot casero

Si eres amante del retrato te interesa fabricarte tu propio snoot. Más que difuminar, nos permite modificar la luz, focalizando el haz de luz del flash en un punto muy concreto.

Para fabricar nuestro propio snoot, necesitaremos otro bote de patatas fritas cilíndrico. Haremos lo mismo que antes, lo limpiamos bien y lo recubrimos con cartulina negra.

En este caso, en lugar de recortar una ventana, lo que haremos será quitar la base inferior del bote para conseguir un tubo perfecto.

Eso sí, ¡cuidado al cortar la tapa inferior! El aluminio está muy afilado y te puedes cortar. Limar los bordes o poner cinta adhesiva en la zona dentada son buenas opciones para evitar lesiones.

Ahora vamos a hacer diferentes pruebas con nuestro snoot para que veas algunos usos creativos que le puedes dar.

Si hacemos una foto con nuestro snoot vemos cómo conseguimos una luz dura en el rostro del retratado pero con unos bordes pronunciados. De hecho, la transición de la luz a la sombra es muy abrupta y se aprecia un círculo visible.


Vamos a añadir ahora cartulina negra dentro del tubo, para que la superficie reflectante no suavice la luz y los bordes sean aún más pronunciados. El círculo visible del que te hablábamos antes es todavía más evidente ¿Lo notas?

Finalmente, lo que haremos será enrollar la cartulina y pegarla con cinta adhesiva o fijarla con una goma elástica creando un embudo.

La abertura será ahora más pequeña y la proyección de la luz será todavía más acotada. Conseguimos un pequeño círculo visible de luz dura que podremos dirigir hacia una zona concreta del rostro, como la mirada del retratado.

4. Grid casero

Un grid es una rejilla con celdas dispuestas como las de un panal de abejas. Su propósito es el de generar un haz de luz más direccional. Depende del tamaño de los agujeros del grid, conseguiremos concentrar más o menos el haz de la luz y, por tanto, conseguiremos diferentes resultados.

Nosotros vamos a construir uno de forma muy sencilla y adaptable para que podamos acoplarlo a otros accesorios. Solo tenemos que recortar pajitas de color negro que tengan el mismo tamaño, unos 3 cm.

Puedes ayudarte de una guía, como la de color azul que nosotros hemos utilizado, para asegurarte de que todas las secciones tengan el mismo tamaño. Luego las iremos colocando sobre una cinta adhesiva una junta a otra, creando una fila muy larga de pajitas.

Para crear una funda donde colocar las pajitas y, a la vez, acoplarlas al flash, utilizaremos cartulina negra. Finalmente, doblaremos la tira de pajitas negras creando un panal cuadrado que encaje dentro de nuestra funda.

Una vez montado probaremos a realizar algunas fotografías con él. Como puedes observar, usando el grid conseguimos que la luz que salga del flash no se disperse tanto y que se concentre en una dirección concreta, en este caso, el rostro de nuestra modelo.

Como las pajitas son fácilmente maleables, también podemos probar a colocar nuestro grid dentro del snoot que hemos fabricado antes… ¡A ver qué tal funciona! Vaya, pues conseguimos un efecto similar el del snoot pero suavizamos mucho más los bordes del círculo visible.

5. Beauty Dish casero

Los beauty dish son modificadores de luz que están muy de moda en la fotografía de retrato. Convierten nuestro flash en una fuente de luz dura en el centro, pero muy suavizada en los bordes, consiguiendo un efecto muy bello en la piel.

Para construir nuestro proprio beauty dish necesitamos un molde para tartas de aluminio y un recipiente transparente con el fondo forrado también en papel de aluminio.

Lo primero que haremos será dibujar la forma de nuestro flash y recortar un agujero en el molde. Cuando cortes, deja unas pestañitas para que resulte más sencillo que se sujete por sí solo cuando lo acoplemos al flash externo.

Seguidamente, pegamos el recipiente transparente tapando justo la abertura del molde. Finalmente, pegamos un círculo de cartulina negra en la base del recipiente.

¡Ojo! Asegúrate de que el recipiente se queda bien pegado al molde y de que hay espacio dentro del mismo para que quepa nuestro flash cuando lo acoplemos.

Una vez lo tenemos todo montado, toca probar nuestro beauty dish casero para ver si funciona y logra el efecto que buscamos.

Si te fijas, el recipiente que hemos colocado en medio evita que la luz llegue de modo directo, rebotándola en el molde. Así estamos creando un efecto especial de dureza en el centro y suavidad en los bordes, con el que conseguimos que el contraste de la piel sea muy atractivo.

6. Geles de colores caseros

Los geles de colores son accesorios que podemos colocar en el flash para modificar el color de la fuente de luz que emite. Podemos usarlos para equilibrar la temperatura de color de una escena o para añadir un efecto creativo o dramático.

Si no tienes papel de celofán que poder acoplar al flash (como hacíamos con los difusores omnidireccionales), puedes utilizar una bolsa semitransparente de color como alternativa.

De hecho, te servirá de nuevo cualquier superficie semirrígida de colores. Solo tendrás que colocarla sobre el flash con una goma elástica para conseguir el mismo efecto que los geles de colores.

Si no dispones de ningún material de este tipo, puedes crearlo tú mismo de forma rápida y económica. Busca una superficie translúcida y flexible que tengas por casa y píntala con un rotulador permanente de color.

Realiza varias pasadas a medida que se vaya secando la pintura. Cuanto más pintes esa superficie, más opacidad conseguirás y más intenso será el color que obtengas cuando dispares tu flash.

¡Crea tus Propios Difusores Caseros!

Ahora ya no tienes excusa para hacer retratos espectaculares. Fabricando tus propios difusores y modificadores para flash, puedes lograr manejar la luz de tu flash externo a tu antojo y conseguir resultados sorprendentes.

Una tarde de bricolaje básico en casa y algunos objetos accesibles y económicos bastarán para que completes tu equipo fotográfico. ¿Y tú? ¿Creas tus propios accesorios fotográficos? ¡Cuéntanos cómo lo haces en los comentarios y comparte tus brico-trucos!

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