Arte Cultural

El extraño caso de las biblias malditas

  • La mayoría de estos libros se quemaron en el siglo XVII.
  • Un simple error de imprenta generó una gran polémica.

Biblia cristiana con manos ancianas.

Poca broma con los libros religiosos, sobre todo si a partir de ellos se trata de interpretar, e imponer, la palabra de Dios. Ni que decir tiene que la impresión de la biblia fue uno de los negocios más extendidos y lucrativos que disfrutaban algunos impresores de renombre, como era el caso de Barker & Lucas, impresores reales afincados en Londres a principios del siglo XVII. Quién les iba a decir que un minúsculo error conllevaría consecuencias desastrosas para su negocio…

Bueno, quizá el error no fuera tan minúsculo. Es decir, lo fue a nivel tipográfico, pero, a veces, una sencilla coma puede cambiar toda una frase; por no hablar de lo que puede ser comerse un “no” cuando estás listando, por ejemplo, los pecados capitales.

Así es. Guiados por los terribles duendes de la imprenta, Barker & Lucas imprimieron una Biblia en la que llegados al mandamiento de “No cometerás adulterio” escribieron “Cometerás adulterio”.

El “no” se quedó por el camino, y, al principio, nadie se dio cuenta. Así que una remesa de estas biblias salió a la venta de manera normal. Luego, claro, llegó el escándalo.

Un año después de la publicación de esta biblia, conocida como la Biblia maldita, Biblia de los pecadores o Biblia de los adúlteros, los dos impresores fueron llamados a la Cámara Estrellada, corte donde se impartía justicia civil sobre casos de importancia social. Ambos se llevaron una multa de 300 libras (de la época) y perdieron la licencia de impresores.

La mayoría de las copias de esta biblia tan peculiar acabaron en la hoguera, aunque se sabe que unas cuantas sobrevivieron a la destrucción.

Hoy día, estas biblias malditas son un auténtico tesoro para cualquier coleccionista y apenas se conocen un puñado de ellas en las estanterías de importantes universidades y museos. Para que nos hagamos una idea, en 2015 se subastó una que llegó a sobrepasar los 40.000 euros.

No es el único caso de erratas en biblias, aunque quizá sí que fuera el que más revuelo causó en su momento. Una Biblia del Rey James hablaba de Cristo y sus acompañantes de martirio como “Y allí había también otros dos malhechores” cuando lo correcto era “otros dos, malhechores”.

Por lo visto, en las traducciones al inglés no era raro perder algún “no”, por lo que la iglesia insistió en usar palabras afirmativas, como “inocente” en lugar de “no culpable”.

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