Arte Cultural

Arte Cultural: Historias de Ana. Blog de Arte y Diseño: 0.2. LOS ORÍGENES DE LA INDUMENTARIA: LA PREHISTORIA

Fuente de la imagen: http://www.nhm.ac.uk/discover/first-britons.html

Fuentes
y dificultades para su estudio. Los primeros indicios: desde el Paleolítico a
la revolución neolítica. La Edad de los Metales. Adornos y Joyas
Fuentes
y dificultades para su estudio
Las investigaciones arqueológicas de los diversos asentamientos humanos
y las muestras artísticas que en ellos se han ido descubriendo son una prueba
palpable de que la preocupación o necesidad por la indumentaria se esconde en
la noche de los tiempos. Aunque en un principio los ejemplos no eran demasiado
abundantes, el paso del tiempo y las nuevas investigaciones han ido sacando a
la luz muestras evidentes de que la raza humana se protegió y cubrió su cuerpo
desde épocas remotas. Aunque este tipo de indumentaria no pueda ser incluido
dentro del concepto actual de Moda sí nos permite visualizar los
primeros trajes o vestidos que el hombre consiguió crear utilizando las fibras animales o vegetales que, en
cada caso, tenía a su alcance y que, ayudado de su inventiva, consiguió ir
creando su propia indumentaria; indumentaria que podríamos considerar de tipo
funcional, aunque no podemos desechar otras hipótesis.
Como sabemos, la mejor fuente para conocer la vestimenta de una época,
cuando no han sobrevivido vestigios de la misma, es mediante el arte y los
testimonios escritos. En el caso de la prehistoria contamos con pocos ejemplos
–algún ejemplo testimonial, alguna imagen de pintura rupestre– y ningún texto.
Los documentales históricos
nos proporcionan información interesante basada en estudios de expertos
científicos y prehistoriadores que reconstruyen el aspecto y vestimenta de
nuestros antepasados prehistóricos. Es frecuente, también que en los museos arqueológicos –como en los estupendos Museo
Arqueológico de Alicante o el Nacional de Madrid- podamos contemplar imágenes
alusivas a la indumentaria prehistórica. Y no debemos olvidar las publicaciones de divulgación científica
sobre la prehistoria, donde encontramos referencias a la indumentaria y adornos
de los homínidos de aquella larga etapa.

                                                                                       Recreaciones
de un
Neanderthal y su vestimenta

Publicación sobre los neandertales de José Luis
Arsuaga, uno de los grandes divulgadores científicos sobre la prehistoria en
general y Atapuerca en particular; Sala dedicada a la prehistoria y cuentas de
collar y conchas del Museo Arqueológico de Alicante.

Por lo demás, el cómic y el cine han dado rienda suelta a la
creatividad e imaginación para mostrar cómo pudieron ser esas prendas, siendo
ejemplos representativos de ellos Los
picapiedra
The flinstons– y las
películas Un millón de años antes de
Cristo
con Raquel Welch de protagonista y En busca del fuego (J-J., Annaud,1981) una libre adaptación de la
novela de Aisné, con diálogos creados por Anthony Burguess.

Con el término Prehistoria denominamos a la etapa
de la evolución histórica en la que no han aparecido documentos escritos.
Es un periodo muy amplio en el tiempo que comprende casi la totalidad
de la presencia humana sobre la tierra.
Durante este período se completa el proceso de hominización, es decir, el proceso de evolución de cierto grupo de
primates para llegar a ser seres humanos. Nuestra especie “homo” lleva en el
mundo entre 2.5 -3 millones de años pero los primeros humanos anatómicamente
modernos datan de hace c. 100.000 años (homo
sapiens sapiens
)
El Paleolítico o edad de
piedra antigua, se desarrolla hace 600.000 años -10.000 años. Se divide en tres
etapas: inferior, medio y superior, según la evolución tecnológica de los
útiles o herramientas que utilizaban. El estilo de vi
da era
nómada y depredador, basado en la caza y en la utilización de la piedra –el sílex-
que se usaban como herramienta para trabajar la madera, el hueso, etc. Vivían
en cuevas. Durante esta etapa ya surge el arte (cuevas de Altamira).

                                            Reconstrucción de un homínido habitante de
Atapuerca (Burgos). Fuente: Diario de Atapuerca  
Las pieles animales fueron
las primeras materias primas utilizadas por el hombre, ya desde el Paleolítico.
Para poder ser utilizadas como elemento de abrigo requerían algún tipo de
tratamiento. En efecto, en su elaboración
distinguimos varias fases: se comenzaba desollando al animal con ayuda de un
instrumento de sílex afilado. Para obtener la piel en una sola pieza cortaban
el vientre siguiendo el eje que une la cabeza y la cola; a continuación se
eliminaban los residuos con un raspador y para evitar que las pieles se
endurecieran, se humedecían y golpeaban repetidas veces. Si les añadían aceite
o grasa se mantenían flexibles durante más tiempo. Posteriormente, a través del
ácido tánico (contiene tanino) que obtenían macerando la corteza de ciertos
árboles –robles y sauces sobre todo-, conseguían que las pieles fueran
flexibles e impermeables, cortándose según la forma que quisieran antes de ser
cosidas con agujas de marfil o hueso. También durante el Paleolítico Superior
realizaban fibras vegetales, siendo
su elaboración un proceso mucho más sencillo que el realizado con las
pieles.  Fundamentalmente eran cuerdas
que luego utilizaban como sistema de sujeción y transporte y también para
elaborar prendas de vestir.
          Agujas paleolíticas; detalle de la Venus
paleolítica de Brassempouy (Francia). Tallada en marfil, luce una especie de
tocado-redecilla vegetal. (c. 22000 a de C)
La
revolución neolítica

Cuando se analiza la etapa neolítica se considera que fue una verdadera
revolución, ya que fue enorme el
cambio que supuso el paso de sociedades nómadas, dedicadas a una vida
depredadora, basada en la caza y pesca, frente al Neolítico que implicó que el
hombre se hiciera sedentario y se dedicara a la agricultura y domesticación de
animales como el cerdo o el perro. Es en ese contexto “revolucionario”, cuando
surgen grandes inventos para la humanidad como la cerámica o las artes
textiles, gracias a la invención de los telares.
Paulatinamente se fueron sustituyendo las pieles, que no desaparecieron
totalmente, por telas realizadas en lino
como material más habitual. El empleo del algodón
fue mucho más reciente Conocemos varios ejemplos de telares neolíticos –como los hallados en Suiza,
por ejemplo- Son en esencia, dos vástagos o ramos tiernos de madera clavados en el suelo y rematados en forma horquillada, sobre los que
descansa una tercera pieza horizontal en la que se enrollan los hilos de los
que, para que permanezcan tensos, se cuelgan pesos diversos, permitiendo así el
entrecruzamiento de hilos mediante el paso de una lanzadera. Los hilos que se disponen
en forma paralela y tirantes forman la urdimbre
mientras que los que se cruzan perpendicular y transversalmente constituyen
la trama de un tejido. En esta forma de cruzar los hilos se puede observar una
clara concomitancia con las labores de cestería
prehistóricas
, de cuya técnica es muy posible que derive. Las piezas
neolíticas y de las edades del metal que nos han llegado son de reducidas
dimensiones. Ya desde el neolítico se teñían
las telas, habitualmente con colorantes de origen vegetal. Se han hallado
ejemplos en tonalidades amarillas, rojas, azules…

                                          Reconstrucción vestimenta neolítico; un telar
prehistórico; un detalle de tela de lino del neolítico


                                                       Fuente: el diario de Atapuerca: http://www.diariodeatapuerca.net/Untelarprehistorico.pdf
                   Sandalias neolíticas de esparto provenientes de
la Cueva de los Murciélagos (Córdoba. Luis García, Creative commons). Zapato de piel de la Edad de Bronce encontrado
en Holanda
                                                                                         Fuente: el diario de
Atapuerca
                                                                                               Fuente: el diario de Atapuerca



Las pinturas neolíticas rupestres de Cogull,
Lérida son los ejemplos más antiguos conocidos de representación de
indumentaria en la Península Ibérica; detalle de –hasta el momento- la tela más
antigua hallada en Gran Canaria, en la cueva de Gáldar (c. Siglo XV-XVI)

En las
pinturas parietales de finales del Paleolítico y del Neolítico del Levante español encontramos testimonios
de mujeres vestidas con faldas acampanadas y largas. En las pinturas de Valltorta (Castellón) aparecen también
figuras masculinas con diversos tocados, plumas y cintas en la cabeza, tronco y
extremidades.
La Edad de los Metales es la
etapa posterior al Neolítico, se desarrolla a partir del IV-III milenio. Se
divide en Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro. En este periodo el
hombre accede a estos metales: la utilización del metal es buena prueba de
sociedades más desarrolladas, en la que aumentan los intercambios comerciales.
Supone un gran avance de la economía.
Con los inicios de la Edad de los Metales asistimos a la incorporación
de la lana como material utilizado
por el hombre prehistórico para la elaboración de sus tejidos y a la difusión
de las joyas entre los sectores más poderosos de la sociedad.

Entre los ejemplos más relevantes que nos han llegado de indumentaria de la Edad de los Metales, concretamente de la Edad del Cobre (cuarto milenio a. de C.), destaca Ötzi, el hombre que vino del hielo.

Ötzi es el nombre con el que los arqueólogos denominaron a los restos humanos de una momia congelada en los Alpes. Es una de las momias más antiguas del mundo. Se denomina así porque su descubrimiento fue cercano al valle de Ötz, entre Austria e Italia. Fue hallada en 1991.

            Indumentaria, útiles y herramientas que Ötzi llevaba consigo. Fuente de la imagen: iceman.it

Hasta ese momento, nunca se habían encontrado restos humanos tan antiguos con una indumentaria bastante completa y con varias pertenencias personales. 

La vestimenta cubría su pecho, también llevaba un gorro de piel, pantalones, un taparrabos,  un cinturón,  un par de zapatos y una capa hecha de hierba o paja. 

Ninguno de sus ropas estaban hechas con un tejidos. Procedían de pieles de animales y fibras vegetales. Han sido restauradas en el Römisch-Germanisches Zentralmuseum de Mainz (Maguncia),  Alemania.

Se piensa que hacia el 30000 antes de
Cristo los homínidos adornaban sus cuerpos con pendientes y collares, no sólo
como posibles talismanes para una caza fructífera, sino también como forma de
decoración. E incluso que pintaban y maquillaban
sus cuerpos.
La pintura corporal –como en los
aborígenes australianos- debía tener una parte importante en la indumentaria
como forma de ornamentación.
Las imágenes de los
primeros cuidados del cuerpo femenino se
han producido en grabados rupestres escandinavos descubiertos en grutas
cercanas a Oslo (Noruega). En ellos aparece una mujer que embadurna su cara con
¿grasa de reno? animal que aparece representado junto a ella.
Nuestro conocimiento de la
joyería
en la prehistoria depende casi enteramente de piezas que estaban
enterradas en las necrópolis con sus
difuntos o escondidas durante tiempos de guerra. Inevitablemente, revelan sólo
una fracción de lo que pudo haberse llevado en este periodo. Y es que en la
Prehistoria, como también en la etapa de la Antigüedad, las joyas presentan con
frecuencia un valor simbólico-ritual apotropaico
y de prestigio no exento del deseo
de adornar el cuerpo mediante objetos que consideraban bellos. Formaban parte de los ajuares
funerarios
acompañando al difunto para la vida del más allá. Encontramos,
así, enterramientos “alhajados” con diademas, collares, anillos o brazaletes
realizados con piedras de colores, huesos
y dientes de animales o conchas marinas. Andando el tiempo, estas tipologías
serán realizadas en oro, plata u otros metales.
Enterramiento argárico de Herrerías, Granada.
Bronce Medio (hacia el 1500 a.C.). Museo Arqueológico Nacional;
Restos de un cráneo con diadema
de plata de la cultura de El Argar (Sepultura femenina nº 62), Bronce Pleno en
el sur de España.
El oro fue el principal
metal utilizado, como lo será también en la etapa de la Antigüedad. Se valoraba
su brillo y color, así como su maleabilidad. La plata empezará a utilizarse a partir de la Edad de Hierro, su
aparición es más tardía que la del oro.
                    Collar de la Edad de Bronce; collar de un
neandertal con restos de policromía; brazaletes de la Edad de Bronce
En adornos y joyas habría que esperar a Mesopotamia y Egipto para
encontrar diseños más elaborados, pero en la Edad de los Metales hay ya
ejemplos de un lujo y refinamiento
muy sofisticado. Así por ejemplo, en Stonehenge (Inglaterra) –Edad de Bronce-,
donde se han hallado objetos cónicos a modo de botones realizados en azabache,
brazaletes de bronce ribeteados en oro, 
pendientes etc.

PARA
SABER MÁS

Blog del profesor Pablo Pena http://historiadeltraje.blogspot.com
Sitio web del Museo de Evolución humana de Burgos
http://www.museoevolucionhumana.com/es
Sitio web de Atapuerca http://www.atapuerca.org

www.diariodeatapuerca.net

Museo Arqueológico Nacional MAN: http://www.man.es/man/home.html

Joyería y orfebrería de la Prehistoria en Galicia, Lugo, 1996.
http://www.oocities.org/rainforest/1185/prog9596.htm

Ötzi, el hombre que vino del hielo:
http://artpower-ana.blogspot.com/2015/09/la-indumentaria-en-la-prehistoria-otzi.html

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