Mary Quant, la famosa diseñadora británica propietaria de la boutique Bazaar, creadora a mediados de los 60 de la minifalda, dejó de existir este jueves 13 de abril, y según fuentes de su familia, murió “apaciblemente” en su domicilio, en el condado de Surrey, al sur de Inglaterra.
Humberto Contreras
Desde que abriera su tienda de modas a mediados de los 50 se convirtió en una de las diseñadoras de moda “más internacionalmente reconocidas del siglo XX”. Nacida en Londres el 11 de febrero de 1930, Dame Mary era hija de dos maestros de escuela galeses.
La modista ostentaba el título de “Dama”, y fue muy influyente en la década de los 70 del siglo pasado, en el llamado Swinging London, una época de revolución cultural impulsada por una juventud que encontró en sus diseños el brío transformador que anhelaban.
Su creación revolucionó el mundo, y aún a sus ya más de 50 años, la minifalda aún sigue privilegiando los atributos femeninos. Hoy día es prenda usada por millones de mujeres en todo el mundo, sin ser el espectáculo y la atracción en que se convirtió cuando su creadora comenzó a ofrecerla en su tienda de modas, y que en el término de la inmediatez, revolucionó la sociedad de los años sesenta, en un contexto de transformaciones e innovaciones que transformaban el acontecer social de entonces.
Inglaterra vivía toda una revolución cultural que incluía grupos musicales como The Rolling Stones y The Beatles, ídolos de una nueva generación que demandaba otra forma de vestir, acorde con sus ideales, lo que percibió Mary Quant, que en 1955, con 21 años de edad, junto a su marido, abrió una boutique de moda en Londres, la mítica Bazaar, en la calle King’s Road, donde ofrecía sus propios diseños.
En ese contexto, en 1964, Mary Quant comenzó a vender sus minifaldas. La prenda de inmediato creó un gran impacto entre las chicas que vieron en ella una apropiada expresión de la nueva cultura y el inicio del movimiento de libertad sexual que trajo consigo cambios sociales.
Ella se inspiró en el Mini Cooper, el pequeño auto que era su coche favorito, para bautizar la prenda que diseñó. “El miniauto combinaba perfecto con la minifalda; hacía todo lo que uno quería, se veía genial, era optimista, exuberante, joven, coqueto… todo en su justa medida”, lo explicó Quant en el documental «Mary Quant, Mini Cooper, Minifalda».
La minifalda, prenda con un aire fresco, juvenil y travieso, suponía cierta rebeldía hacia la generación “reprimida” de los años cincuenta. Sin embargo, pese a la muy buena acogida entre los jóvenes y progresistas, no todos la recibieron bien, y de hecho fue objeto blanco de críticas que la calificaban de vulgar. Hasta la famosa Coco Chanel dijo de ella que era «sencillamente horrenda».
Sin embargo, otros diseñadores de renombre se apuntaron a la tendencia. Yves Saint Laurent, por ejemplo, lanzó al mercado sus famosos vestidos supercortos; Emanuel Ungaro, Pierre Cardin o André Courrèges también experimentaron con patrones más juveniles. Un hecho que catapultó la inocencia de la minifalda, fue la elección que hizo Jacquie, la viuda de Kennedy, de un vestido corto Valentino, para su matrimonio con Aristóteles Onassis.
Luego de coocerse la noticia de su muerte, Alexandra Shulman, antigua editora jefa de la revista British Vogue, dijo que Mary Quant fue “líder de la moda, pero también del emprendimiento femenino, una visionaria que fue mucho más que un gran corte de pelo“, en referencia al pelo corto que solía llevar y que fue muy popular en los años sesenta.
por lanacionweb.com
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