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9 trucos y consejos para conseguir fotos de flores creativas y originales

La primavera trae consigo que proliferen las flores en nuestros campos y ciudades, un motivo que desde siempre ha sido ideal para la fotografía por su vistosidad (entre otras razones).

Claro que, muchas veces, esta disciplina acaba siendo aburrida, toda vez que quizá resulta demasiado fácil y las fotos terminan siendo todas excesivamente parecidas. Por eso, recopilamos una serie de recomendaciones para conseguir fotos diferentes.

Porque, más allá de acercarnos a ellas y tratar de reflejar lo bonitas que suelen ser, si ponemos en práctica algunos de los trucos que os vamos a trasladar seguro que es posible lograr imágenes que no sólo sean buenas, sino que además también resulten, al menos mínimamente, más creativas.

Foto de Gabriel González

Contenidos

Técnica y materiales

Pero antes vamos a dar un par de pinceladas sobre cómo hacer este tipo de fotos. Y en primer lugar hablaremos del equipo más adecuado. En este sentido, tradicionalmente se recomienda utilizar un objetivo de tipo macro para realizar fotos de flores pero realmente no es algo estrictamente necesario.

Con casi cualquiera se pueden lograr buenas fotos de flores aunque, desde luego, es recomendable usar un objetivo a partir de 70 mm (equivalente) y, sobre todo, que tenga una distancia de enfoque relativamente corta (importante fijarse en este dato) y que sea luminoso para poder jugar con la profundidad de campo (como vamos a ver más adelante).

Foto de Gabriel González

Adicionalmente es recomendable utilizar un trípode y también algún tipo de flash, mejor si es uno de tipo anular, que son los que se utilizan en macrofotografía.

Sin embargo, del mismo modo que no hace falta una óptica macro, siempre puedes probar con el de tipo pop-up que probablemente tenga tu cámara y que no viene mal para este tipo de fines.

Bien usado, este pequeño flash de apoyo puede ser muy útil para resaltar pequeños detalles, congelar el movimiento en un momento dado o separar al sujeto del fondo sin tener que abrir mucho el diafragma.

El truco en este caso está en utilizar algún tipo de difusor y/o probar a reducir la intensidad del flash para evitar sobreexposiciones y que el resultado no sea artificial.

Foto de Elvert Barnes

Por último, un apunte sobre el tipo de enfoque para señalar que éste es uno de esos casos en los que es recomendable emplear el enfoque manual.

Y es que en estas tomas suele ser delicado conseguir un foco perfecto, más si estamos trabajando a grandes aperturas, situaciones en las que conviene echar mano de ayudas para el enfoque manual como el focus peaking y la ampliación en pantalla que brindan los monitores digitales.

Cambia el punto de vista

Empezamos ya con lo que serían los consejos específicos para conseguir mejores fotos de flores y lo hacemos con una idea básica. Porque, si lo piensas te darás cuenta de que la gran mayoría de fotos de flores se hacen desde una perspectiva única, mirando directamente hacia la flor abierta. Por eso, un primer consejo es pensar antes en la composición y tratar de buscar una mirada distinta.

Foto de fdecomite

Es decir, un punto de vista diferente que permita obtener una composición más original. Para ello, prueba a captar la flor desde arriba, desde abajo o desde sus lados y es posible que la veas de otra manera o que, por contraste con el fondo (por ejemplo con un dramático cielo), pueda aportar algo distinto a lo habitual en este tipo de imágenes.

Busca la luz adecuada, no la mejor

A menudo, las fotos de flores se realizan en condiciones de luz ideales, principalmente en zonas en sombra o en días nublados en las que la iluminación es uniforme y no se producen grandes contrastes de luces y sombras. Pero esto no siempre tiene porqué ser así, de hecho con una luz distinta es muy posible que logres crear una imagen mucho más llamativa.

Foto de Perchek Industrie

Para ello, busca ejemplares situados en lugares en los que las flores tengan luz directa. Si además, detrás de ellas el fondo está en sombra, lograrás una escena de alto contraste que resultará mucho más dramática haciendo que la flor destaque sobremanera del fondo.

Ojo con el fondo

Hablando del último plano de la imagen, si cuidar el fondo es de por sí un consejo importante para todo tipo de fotos, en este caso esto se convierte en crucial dado las peculiaridades de este tipo de fotos en las que suele haber un elemento claramente protagonista.

Foto de Mack Fox (MusicFox)

Así, un fondo inadecuado puede estropear una buena imagen al distraer la atención del elemento principal. De modo que hay que tener cuidado, pensar si queremos que el fondo y el sujeto tengan algún tipo de relación, movernos por el escenario y elegir el lugar correcto de acuerdo a la idea pretendida. En este artículo sobre cómo mejorar los fondos de tus fotos tienes todas las claves para lograrlo.

Pon algo en medio

Una técnica muy sencilla y efectiva para lograr fotografías de flores diferentes es situar dentro del encuadre algún elemento que “solape” al principal de forma parcial para conseguir que el protagonista aparezca difuminado, en mayor o menor grado.

Eso se puede hacer de muchas maneras, por ejemplo simplemente jugando con la profundidad de campo y con flores situadas en distintos planos.

Foto de Dawid Zawiła

Otra opción es usar un teleobjetivo y situarte como a metro y medio de la flor protagonista y poner otra justo delante de la óptica (sin llegar a taparla completamente, claro está). Al enfocar en la flor principal, la del primer plano quedará muy desenfocada creando un área suave de color en primer plano, que puede ser del mismo tono o de uno complementario, lo que producirá un bonito contraste.

No te frustres con el viento

Las flores suelen ser sujetos muy agradecidos para fotografiar por la sencilla razón de que no se mueven. Bueno, casi nunca, porque si sopla el viento es posible que sí lo hagan y te resulte complicado obtener la nitidez que buscabas si, por lo que sea, no puedes usar una velocidad de obturación lo suficientemente alta.

Foto de Daniel Schiersner

Por eso, procura no frustrarte y, muy al contrario, trata de sacar provecho de la situación. Así, en vez de intentar obtener una imagen nítida, prueba con velocidades lentas y trata de capturar el movimiento de la flor. Puede que no obtengas ningún resultado o puede que consigas una foto muy original.

El desenfoque, tu gran aliado

Ya hemos hablado de jugar con la profundidad de campo, una práctica con la que disfrutarás sobremanera si pretendes fotografiar flores. Como casi seguro que sabes ya, esto depende de una serie de factores (básicamente tamaño del sensor, apertura, distancia al sujeto y longitud focal) pero para lograr grandes desenfoques lo fundamental es contar con un objetivo luminoso que permita disparar con grandes aberturas (entre ƒ0.7 y ƒ2.8 aprox).

Si encima éste cuenta con un diafragma de ocho palas o más, al disparar a grandes aperturas seguramente conseguiremos un bokeh (que no es otra cosa que la calidad del desenfoque) atractivo que casi seguro ayudará a lograr una buena foto. Claro que no siempre hace falta tener un objetivo muy luminoso para conseguir efectos de desenfoque como demostramos en este artículo.

Repite elementos

Otra técnica efectiva y al mismo tiempo sencilla (siempre que sea posible) es repetir elementos dentro de la imagen (flores en este caso), como si fuera una especie de eco en planos sucesivos. Es decir, siempre es preferible que haya un único protagonista de la imagen, pero si se repite una misma flor detrás de ella y se retrata con un ligero desenfoque, se puede lograr una redundancia que remarca muy bien la idea y suele ser muy efectista.

Las flores no siempre perfectas

Al retratar flores la mayoría de los fotógrafos buscan especímenes perfectos para ser el tema principal. Pero no debemos de olvidarnos de las que son menos perfectas o, incluso, de flores muertas o secas que también pueden ser un temas interesantes si se tratan con mimo y se aplican los consejos que estamos dando.

Prueba otras técnicas

Por último ¿por qué no utilizar otros tratamientos menos comunes con las flores? Por ejemplo el blanco y negro, que en principio no suele asociarse a la fotografía de flores porque, ciertamente, una de las características más destacadas de éstas suelen ser sus colores. También considera la posibilidad de utilizar las técnicas de clave baja o clave alta, otras técnicas que pueden quedar muy bien para lograr fotos diferentes.

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