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El hombre que ganó una librería en un sorteo

Imagen vía Shutterstock.

En Mi maravillosa librería Petra Hartlieb cuenta, con una milimetrada mezcla de ficción y realidad, cómo un día decidió comprar una librería entera, con local incluido, por una subasta de Internet y todo lo que le supuso, a continuación, reflotar el negocio. El relato, lleno de amor por los libros pero también de esfuerzo y de sacrificio, por una parte hace realidad el sueño de muchísimos amantes de los libros y por otra les pone los pies en la tierra haciéndoles ver lo duro que es abrir una librería, incluso aunque no se parta desde cero. Quizá por eso existen algunas propuestas en las que te puedes convertir en librero por un tiempo limitado y saborear siquiera mínimamente las mieles del oficio.

Si la historia de Petra Hartlieb te suena a invención literaria, imagina ganar una librería en un sorteo en lugar de comprarla en una subasta. Pues bien, lejos de ser ficción, este suceso acaba de ocurrir con una librería independiente de Cardigan, Reino Unido, llamada Bookends.

Este singular premio fue ideado por Paul Morris, que había llevaba años trabajando en el sector del libro hasta que decidió abrir Bookends. El propio Morris aseguraba que su librería, que tenía solo cuatro años, era rentable, pero se veía obligado a retirarse por padecer osteoartritis. Aunque el negocio que había sido tasado por unos 34.000 euros, Morris decidió hacer realidad el sueño de algún amante de los libros sorteando su librería. Para ello, ha estado repartiendo participaciones durante los últimos tres meses entre los clientes que gastaban más de 23 euros. De esta manera, dijo Morris, se aseguraba de que el negocio continuaba vivo y en buenas manos.

El ganador del sorteo fue Ceisjan Van Heerden, de los Países Bajos, cuyo nombre fue sacado de un sombrero que contenía 59 nombres más. La nueva Bookends, con Van Heerden al frente, abre oficialmente el 5 de noviembre. Según Van Heerden, planea dirigirla con un amigo de Islandia que se ha mudado al oeste de Gales.

Curiosamente, Morris obtuvo su librería de una forma muy parecida a la de Hartlieb. Los fondos, compuestos por 18.000 libros, se los compró por eBay a un librero retirado que quería que todos los ejemplares fueran a parar a la misma persona. Ahora Morris ha dado un paso más, ofreciéndolos por poco más de 20 euros y demostrando que los amantes de los libros están hechos de otra pasta.

 

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