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Escenarios de cine: las provincias españolas con más rodajes de películas

El turismo cinematográfico se ha convertido en un considerable motor económico para las localidades que acogieron el rodaje de películas con tirón en taquilla. O, de un tiempo a esta parte, series televisivas de gran impacto mediático cuyos escenarios son visitados por visitantes deseosos de verlos in situ.

Por eso resulta interesante el ránking que ha elaborado Holidu, con las provincias españolas más destacadas en ese sentido.

Holidu es un buscador mundial de alquileres vacacionales que, con sede en Múnich, compara millones de alquileres de cientos de páginas web para encontrar el precio más barato, permitiendo un ahorro de hasta el 55% para un mismo alquiler y en idénticas fechas de viaje.

Y como en nuestro país no se le escapará a nadie la similitud cacofónica con el nombre de la meca del cine, a pesar de que sólo se trata de una curiosa coincidencia, la empresa ha presentado este top 5 de lugares con sabor a celuloide repartidos por la vieja piel de toro.

Para ello ha utilizado la base de datos de IMDb (Internet Movie Database). Vamos con ello.

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1. Madrid

Madrid ha acogido el rodaje de 2.714 películas y series, nada menos. En esa lista predominan las españoles, lógicamente, pero también hay extranjeras.

Estación de Atocha, Madrid / foto Holidu

La gente recordará aquella Gran Vía vacía ante la mirada atónita de Eduardo Noriega en Abre los ojos (Alejandro Amenábar, 1997), la Estación de Atocha donde Matt Damon empezaba a reconstruir el pasado de su personaje, Jason Bourne (El ultimátum de Bourne, 2007) o la Puerta de Europa de El día de la Bestia.

Remontándose un poco atrás, nadie olvidará aquella Plaza Mayor en Navidad en la que se perdía el pequeño Chencho de La gran familia. La televisión también ha sido generosa con la capital a través de series como Las chicas del cable o La casa de papel, por citar dos éxitos actuales.

Y Holidu añade una sugerencia clásica que permite revivir los dorados años cincuenta que hemos visto tantas veces en pantalla: asistir a una proyección al aire libre desde el propio coche, bien provisto de palomitas, hamburguesas o lo que se quiera, en el Autocine Madrid RACE. Sólo hay que aparcar y sintonizar la emisora para tener audio.

2. Barcelona

La capital catalana también es pródiga en filmes, sumando 1.597. Su fascinante morfología urbana, rebosante de arte y arquitectura modernista, fue eficazmente aprovechada por Woody Allen, que además hizo un homenaje doble al incluir el nombre de la ciudad condal en el título Vicky Cristina Barcelona.

Por cierto, su protagonista, Penélope Cruz, ya había tenido ocasión de rodar allí con Pedro Almodóvar en Todo sobre mi madre. Dos películas con ambientes muy diferentes al desolado y agobiante de Los últimos días o incluso al de aquella adaptación de una novela de Arturo Pérez-Reverte, La tabla de Flandes, firmada por Jim McBride en 1994 con una jovencísima Kate Beckinsale encarnando a Julia.

Barcelona desde el Parque Güell / foto Holidu

En el Barrio Gótico se hicieron escenas de El perfume y en el Raval situó Alejandro González Iñárritu algunas de Biutiful.

El perfil imponente de la Sagrada Familia, el paisaje lleno de sorpresas del Parque Güell, la vistosa fachada de La Pedrera o el número 34 de la Rambla de Catalunya, donde se alza el portal del inmueble de la terroríficamente claustrofóbica REC, son algunas de las localizaciones que se pueden visitar.

Como en Madrid, también Barcelona dispone de sitios donde disfrutar de cine al aire libre. Uno, es la Sala Montjuic, en el castillo homónimo, que domina la ciudad desde las alturas.

Otro, el Festival Cinema Lliure a la Platja, durante el que, como indica su nombre, se ofrecen proyecciones en la playa y encima gratis.

3. Málaga

324 películas y series hay censadas en Málaga. Una cantidad modesta al lado de las anteriores pero más que considerable por sí sola, en una provincia que puede presumir de tener uno de los festivales cinematográficos más importantes del país.

De la lista habría que destacar, indefectiblemente, Torrente 2. Misión en Marbella, uno de los grandes éxitos del cine español de todos los tiempos, que sitúa las andanzas del impresentable detective perpetrado por Santiago Segura en las calles marbellíes.

Paseo marítimo de Málaga / foto Tyk en Wikimedia Commons

También es justo citar el segundo film como director de un ilustre malagueño, Antonio Banderas, que en 2006 hizo El camino de los ingleses.

Pero tampoco hay que olvidar producciones históricas como Los últimos de Filipinas, rodada en los jardines de La Concepción, o El puente de San Luis Rey, que mostraba varios reconocibles rincones que aparentaban ser Lima.

Y recordemos a James Bond corriendo sus trepidantes aventuras en un Japón que en realidad era Alhaurín de la Torre (Sólo se vive dos veces, 1966).

Si se busca un título extranjero reciente, Holidu propone Los hombres que no amaban a las mujeres, donde las Islas Caimán desde las que Lisbeth Salander opera su ordenador son representadas por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, el mismo que también sirvió para ambientar una trepidante escena de acción de Toro, de Kike Maíllo.

También en Málaga se puede disfrutar de cine al aire libre gracias a su privilegiado clima. Y además en múltiples lugares, como el Parque Alegría o la playa de La Malagueta. Eso sí, también conserva una sala clásica empeñada en resistir el cambio: el Cine Albéniz.

4. Almería

Decir la palabra cine en Almería equivale a evocar el recuerdo de aquellos legendarios spaghetti-western que se rodaron en el desierto de Tabernas, algunos de los cuales constituyeron el primer peldaño hacia la fama del tándem Sergio Leone-Clint Eastwood (con permiso de Ennio Morricone).

Trescientos kilómetros cuadrados de arena y cactus recrearon el lejano oeste en multitud de producciones, algunas incluso españolas.

Hace poco ha recobrado actualidad gracias a proyectos como Exodus. Dioses y reyes, de Ridley Scott, y antes estuvo Steven Spielberg rodando Indiana Jones y la última cruzada, entre otros muchos títulos que incluyen Cleopatra y Patton.

Desierto de Tabernas, Almería / foto Holidu

Ahora hay más en preparación, como Wonder Woman 1984 o Terminator. Destino oscuro, que permitirán al público reconocer paisajes como La Alcazaba, el litoral de Las Amoladeras o el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.

Sólo en 2018 se hicieron en la provincia setenta películas, lo que resulta significativo sobre el buen momento.

El Cine de Verano Aguadulce es la opción almeriense para ver filmes al aire libre y además, como en los viejos tiempos: en sesión doble por el precio de una sola entrada.

5. Sevilla

El número cinco de la lista, con 271 películas y series de televisión, es Sevilla. Rebosante de belleza, su Plaza de España dio la vuelta al mundo debidamente retocada en el episodio II de Star Wars, El ataque de los clones.

Ese mismo escenario se había utilizado décadas antes para recrear El Cairo en Lawrence de Arabia. las calles de los barrios tradicionales Santa Cruz y San Bartolomé levantaron expectación en Nadie conoce a nadie. Y un mito tan ligado a la ciudad como Carmen no podía faltar, de la mano de Vicente Aranda.

Plaza de España, Sevilla / foto Holidu

Y en la pequeña pantalla la Casa de Pilatos y otros rincones de época sirvieron para situar la trama de la serie La peste, mientras que los Reales Alcázares se convertían en el reino de Dorne de Juego de tronos y Sevilla en general es ella misma en Allí abajo, esa especie de versión televisiva de Ocho apellidos vascos.

Y sí, también los espectadores sevillanos tienen un cine de verano al aire libre. Está en Tomares, donde una explanada de seis mil metros cuadrados y una pantalla de setenta y dos lleva funcionando más de siglo y medio.

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