Arte Cultural

«La huella de la noche», de Guillaume Musso

 

Ficha técnica

Editorial: Aianza de Novelas
Páginas: 336
ISBN: 978-84-9181-262-3

 

 

 

 

Sinopsis

Thomas, un escritor de éxito mundial, vuelve a su Francia natal para asistir a una reunión de antiguos alumnos de su internado. Hace veinticinco años, por amor a su mejor amiga, Vinca Rockwell, desaparecida sin dejar rastro, cometió un atroz asesinato y se deshizo del cadáver. Ahora, 25 años después, está a punto de descubrir que no fue el único implicado en el crimen y que alguien busca venganza. ¿Logrará Thomas averiguar lo que sucedió realmente aquella fatídica noche y no morir en el intento?

Impresiones

Thomas, un escritor francés afincado en Estados Unidos, vuelve al sur de Francia, donde nació y vivió de niño y joven, para asistir a las celebraciones por el aniversario del colegio en el que estudió. Y porque su mejor amigo de entonces le comunica que van a realizar unas obras de remodelación en el edificio y, con ellas, se descubrirá un secreto largamente guardado entre sus muros. Un secreto que por nada del mundo debe salir a la luz

Hace veinticinco años dos personas relacionadas con el colegio desaparecieron a la vez. Una fue Vinca Rockwell, novia de Thomas y a quien nunca ha podido olvidar. La otra un joven profesor al que se relacionó con Vinca. La versión oficial es que ambos huyeron juntos pero lo cierto es que nunca se ha vuelto a saber nada de ninguno de los dos, lo cual resulta de lo más extraño

Ahora todo está a punto de volver a la luz. Y es que alguien parece que quiere vengarse por todo lo que pasó hace veinticinco años. ¿Qué les pasó a Vinca y al profesor? ¿Siguen vivos?¿ Dónde están? ¿Quién quiere vengarse? ¿Será Thomas la próxima víctima?

“La huella de la noche” es una novela de misterio sumamente entretenida. El autor ya nos cuenta bastantes cosas desde un primer momento: que hubo un asesinato y quiénes lo cometieron (la propia sinopsis lo dice pero yo prefiero obviarlo, mejor leer el libro sin saber nada de nada –a pesar de que esa cuestión aparece en las primeras páginas-). No obstante, enseguida nos daremos cuenta de que hay cosas que no cuadran y eso nos dará ganas de saber qué pasó en realidad. Por otro lado, la cuestión se va complicando cada vez más y, lo que en un principio parecía casi previsible, acabará deparándonos un montón de sorpresas.

La mayor parte de la novela está narrada por el propio Thomas en primera persona. Hay momentos en los que será un narrador omnisciente quien tome la palabra pero son los menos; en casi todas las páginas es Thomas el narrador. Un narrador verosímil, que no duda en contar las cosas cómo son. O, más bien, como él cree que son. Quiero decir que es un narrador veraz, que no nos miente y que confiesa sin problemas sus pecados. ¿Pero sabe realmente todo lo que pasó? Está claro que no lo sabe todo y que tendrá que descubrir muchas cosas. Y nosotros las descubriremos con él

Aparte de su voz y la ocasional de un narrador omnisciente, acercándonos al final de la novela descubriremos otras voces narrativas. Diferentes personajes de la historia tomarán la palabra para contar lo que ellos saben y, así, podremos montar el rompecabezas y saber realmente qué pasó. Me ha gustado mucho la técnica utilizada por el autor. Primero, que sea Thomas el que nos cuente todo. Porque, a pesar de lo que sabemos de él, es un protagonista que se hace simpático y es inevitable ponerse de su parte.

También porque es un narrador no omnisciente: él no sabe todo lo que pasó (aunque lo crea) y vamos a poder descubrir la verdad al mismo tiempo que él. Segundo porque el hecho de que los demás implicados en la historia tomen al final la palabra para darnos su pieza del puzle, hace que todo encaje de la mejor manera posible y, sobre todo, que entendamos los motivos de cada cual para actuar cómo lo hizo.

La novela transcurre en Antibes, en la Costa Azul francesa. Si bien el autor no se prodiga en detalles de los escenarios, sí que da los suficientes para situar bien la historia y trasladar al lector a ese lugar idílico –que en este caso no lo será tanto-.

El libro es realmente adictivo. El autor maneja bien la intriga y sabe dosificar convenientemente la información que da al lector para mantenerlo pegado a sus páginas.

El libro resulta de lectura sencilla, el ritmo es más bien rápido y lo mejor es que no sólo no decae en ningún momento sino que se va acelerando progresivamente hasta llegar a un final que me ha gustado mucho

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