Arte Cultural

Libros que hay que leer: «El Latido de la Tierra»

He leído todas las novelas que ha escrito Luz Gabás y todas me han encantado. La última, ésta que hoy reseño, no es una excepción.

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Planeta
Páginas: 448
ISBN: 978-84-08-21428-1

 

Sinopsis

Alira, heredera de la mansión y las tierras que su familia conserva desde hace generaciones, se debate entre mantenerse fiel a sus orígenes o adaptarse a los nuevos tiempos.

Cuando cree encontrar la respuesta a sus dudas, una misteriosa desaparición perturba la aparente calma que reinaba en la casa, la única habitada en un pequeño pueblo abandonado.

Un guiño del destino la obligará a enfrentarse a su pasado y a cuestionarse cuanto para ella había sido inmutable. A partir de ese momento comenzará a sentir algo para lo que nunca pensó estar preparada: el amor.

Impresiones

Todo comienza cuando Alira encuentra un cadáver descompuesto en un pozo de su propiedad. Alira es la heredera de la mansión familiar; una mansión que es casi un castillo, que ha pertenecido en su familia a través de las generaciones.

En su momento la mansión estuvo cerca de un pueblo pequeño. Pero el pueblo fue abandonado por sus habitantes y sólo Alira y su familia se negaron a marcharse. Ahora sobreviven como pueden y sus problemas económicos son cada vez más acuciantes. Tanto que Alira tiene que buscar una solución so pena de perder la casa.

Si bien la novela comienza con el descubrimiento de un cadáver y en ella habrá una investigación, “El latido de la tierra” no es, ni mucho menos, una novela de misterio. Si bien el saber quién es el cadáver y, por supuesto, cómo murió y quién es el responsable, aportará su granito de intriga (nada desdeñable, por cierto).

Si tuviera que encuadrar la novela en un género, lo haría dentro de la novela familiar. Y es que Alira, su madre y sus hermanos, además de la propia casa, son el eje sobre el que gira todo.

Me encantan las novelas en las que todo gira en torno a una casa, en la que ésta es un personaje más. Siempre me ha gustado meterme en las intimidades de esas familias, de esas viejas mansiones con solera llenas de secretos (in)confesables.

En ésta la mansión, Elegía, no es que sea un simple personaje; es que es tan protagonista como la propia Alira. Y es que, leyéndola, me daba la impresión de que más que ser un hogar para esta familia, Elegía era como un hijo tonto, que no dejaba a sus habitantes vivir su vida, ni desarrollarse como personas.

Sin duda, es el caso de la propia Alira que, sabiendo desde niña que, por ser la primogénita, iba a heredar la casa, ha dibujado su vida entera en torno a ella perdiendo la facultad de elegir. Es como si la voluntad de la casa estuviera por encima de la de sus habitantes.

Luz Gabás dibuja unos personajes inolvidables. Se le da muy bien eso de caracterizar a sus protagonistas y secundarios, tal y como ya demostró en las novelas anteriores.

En este caso, destaca entre todos Alira, una mujer a la que vemos crecer, con sus seguridades y sus inseguridades, con sus amores y desamores. Es un personaje muy interesante que me ha gustado mucho.

Como también me han gustado sus amigos; amigos de la infancia que, por determinadas circunstancias, van a tener que convivir. Eso hará aflorar determinados temas no resueltos entre ellos.

Temas que surgieron cuando eran muy jóvenes y que ahora, casi en la cincuentena, pueden llegar a terminar con su amistad si no se resuelven adecuadamente.

La novela va alternando el presente y el pasado de una manera continuada. Este es un buen recurso para mantener la intriga en torno al cadáver aparecido.

Pues, si bien desde el primer momento sabremos dónde ha aparecido, ni siquiera sabremos quién es hasta muy avanzada la novela y, por supuesto, no sabremos quién es el asesino hasta casi el final. No siendo una novela negra, lo cierto es que la intriga está muy conseguida.

Junto al tema familiar y a la investigación, otro de los temas que plantea la novela es la desaparición de la vida rural. Por determinadas circunstancias –a veces sólo el proceso pero otras, como en este caso, hay una causa concreta-  hay muchos pueblos que han sido abandonados o donde apenas viven un par de familias.

Lo que se dice un auténtico drama. Igualmente, plantea el tema de los ocupas. No estoy a favor del tema pero, cuando es un caso como el de la novela, cuando lo que ocupan son casas, terrenos, pueblos abandonados, las cosas pintan diferente. ¿No les parece?

Conclusión final

Me ha gustado mucho “El latido de la tierra”. Luz Gabás, como hace siempre, me ha atrapado en una historia preciosa contada con esa prosa suya tan amable, candenciosa y hogareña. Es un libro que me he sentido muy a gusto leyendo y que no dudo en recomendaros.

 

Ver fuente

Arte Cultural