Libros que hay que leer: «Las hijas de la tierra»

Recibe las cinco estrellas y va derecho a mis mejores lecturas del año: “Las hijas de la tierra”

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Ediciones B
Páginas: 568
ISBN: 9788466666336

Sinopsis

Año 1889, La Rioja. Hay quien dice que una maldición se ciñe sobre los viñedos, secos desde hace años, de la finca Las Urracas. Mientras las grandes bodegas de la región comienzan su edad dorada, Gloria -la joven hija del propietario- languidece en la vieja mansión familiar, viendo aproximarse otro otoño sin cosecha.

Sometida a la autoridad de una tía cruel y un padre ausente, Gloria verá cambiar su vida de un día para otro cuando tenga que ponerse al frente del negocio familiar.

Será entonces cuando comience una larga batalla que la enfrentará a los bodegueros y caciques locales, que no conciben tener como rival a una mujer. Y menos a una que pone en duda sus viejos privilegios.

Con la ayuda de sus hermanas, Gloria luchará por recuperar el esplendor de sus viñedos, al tiempo que se adentra en los secretos que esconden las habitaciones cerradas y los campos muertos de Las Urracas.

Bajo la sombra de una maldición que solo al final sabremos si es cierta, las mujeres de esta novela lucharán, sin miedo a nada ni a nadie, por el poder que les pertenece.

Impresiones

La historia transcurre a finales del siglo XIX en La Rioja. Las Urracas es una gran finca solariega. Actualmente, las cosas no les van bien a los propietarios pues hace casi treinta años que las vides no dan uvas.

En la mansión viven Gloria y sus dos hermanas. También Rafael, el hermano mellizo de Gloria y una tía que cuida de todos desde que la madre de los chicos murió.

La tía es déspota y cruel, el padre tres cuartos de lo mismo. Y Rafael tiene a quien parecerse. Las tres hermanas languidecen sin poder ser ellas mismas.

Son mujeres y no tienen el más mínimo poder de decisión. Por si fuera poco, las tres son pelirrojas y eso, entre otras cosas, hace que todo el mundo las considere endemoniadas

Si toda la vida te han dicho que estás endemoniada. Si te lo dicen tus vecinos, tu hermano, incluso tu padre. Si has visto a tu madre volverse loca. ¿Tú que vas a creer? Pues que verdaderamente lo estás.

Ten en cuenta que Gloria y sus hermanas viven aisladas en una casa enorme; que su infancia no ha sido un camino de rosas, que son pelirrojas (lo cual puede parecer intranscendente ahora pero ya sabéis qué opinaban de las pelirrojas en siglos pasados).

Para más inri, las hermanas no son lo que entonces se consideraba “normales”. Teresa tiene gustos que no se consideran “sanos”. Verónica, la menor, tiene una sensibilidad especial. Y la misma Gloria tiene una relación con su hermano Rafael que tela.

“Las hijas de la tierra” es una historia de mujeres. De mujeres fuertes y decididas que un día deciden tomar las riendas de su vida. Son mujeres que han estado pisoteadas toda su vida por los miembros varones de la familia pero que, a causa de determinado hecho, van a verse momentáneamente libres de ellos. Y aprovecharán.

Gloria, como la mayor que es, asume la dirección de la casa, de las tierras y de la familia. Y como es fuerte, luchadora, inteligente y voluntariosa, no tiene problemas en enfrentarse a quien haga falta; especialmente a los hombres del pueblo que no le permiten actuar como cabeza de familia. Y hará todo lo posible por reflotar Las Urracas y porque sus viñas despierten y vuelvan a producir uvas y, por supuesto, posterior vino.

Me ha encantado ver cómo evolucionan estas hermanas. Sobre todo Gloria pero también Teresa. Son mujeres que lo han pasado fatal desde que nacieron y que lo seguirán pasando mal pero, aún así, sacan fuerzas de donde no las hay para tirar para adelante, enfrentándose a quien haga falta.

Son mujeres que se salen de su rol y que demuestran que lo pueden hacer tan bien o incluso mejor que los hombres. Es tremendo el crecimiento que experimentan ambas (Verónica va un poco al margen, es otra historia)

Los personajes están dibujados a la perfección. Aunque la historia es potente, los personajes lo son aún más y son el pilar que sustenta la novela.

Ya les he dicho que me han encantado; sobre todo las mujeres pero he de reconocer que los hombres –aunque a la mayoría los he odiado- también me han gustado mucho como personajes de novela.

También me ha gustado mucho la ambientación en San Dionisio, un pueblo ficticio de La Rioja. El vino de la Rioja aún no estaba tan bien considerado como lo está ahora; digamos que la industria bodeguera riojana estaba naciendo en ese momento.

Aprovechando la filoxera que sufren las viñas francesas, los riojanos ven el momento de producir a mayor escala y de exportar a Francia y a otros países.

También me ha gustado mucho el dibujo que hace la autora de esa España caciquil. El personaje del Alcalde es odioso pero muy real.

La novela se estructura en cinco grandes partes y cada una de ellas en tres capítulos salvo la cuarta y la quinta que lo hacen en cuatro. Será la propia Gloria, en primera persona, quien nos irá contando la historia. Eso hace que la sintamos aún más cercana y real

Con un estilo directo y fluido, la autora me ha envuelto en sus redes desde el primer capítulo. Su anterior novela, “El bosque sabe tu nombre” me gustó pero ésta me ha gustado mucho más. Tiene más fuerza y me ha parecido más redonda. Tan redonda que le doy cinco estrellas como cinco soles

Conclusión final

“Las hijas de la tierra” me ha parecido una novela preciosa. Unos personajes fantásticos, una ambientación maravillosa, una historia en la que hay de todo… Va a estar entre mis mejores lecturas del año.

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