Los 6 mejores libros de enemigos a amantes

  • Los clichés literarios son algo a lo que los lectores nos enfrentamos prácticamente en cada lectura.
  • Uno de los tópicos más populares es, sin duda alguna, el de enemigos a amantes.

Mujer acariciando la mejilla de un hombrePor mucho que refunfuñemos acerca de los clichés literarios si existen es, en cierto modo, porque funcionan de cara a su público. Si a los lectores realmente no nos gustaran no se seguirían escribiendo, publicando y vendiendo este tipo de historias.

De entre todos los géneros existentes, es en la novela romántica donde más tópicos literarios podemos encontrar: la adolescente tímida que termina saliendo con el jugador más popular del instituto, relaciones que empiezan como una mentira pero que terminan siendo reales, amigos que se convierten en pareja, la muchacha pobre que acaba en los brazos del chico rico…

Nos los hemos encontrado cientos de veces en las obras que leemos y, aunque en ocasiones nos resultan fastidiosos, lo cierto es que, si se les da el desarrollo adecuado, tienen mucho tirón.

De tener que elegir los lectores su cliché favorito en literatura romántica, no cabe duda que ganaría uno por goleada: el de enemigos a amantes. No importa cuántas tramas hayan girado en torno a esta dinámica, no nos cansamos ni nos cansaremos nunca de zambullirnos en historias cuyos protagonistas comienzan con muy mal pie, pero terminan gustándose.

Lo atrapante de estas obras es, precisamente, la incertidumbre que genera el no saber cómo pasarán del punto A al punto B: ¿tardarán mucho en darse cuenta que han perdido la cabeza el uno por el otro?, ¿podrán dejar atrás el odio que sentían y empezar de nuevo?, ¿en qué tipo de relación derivará aquella inicial enemistad? A continuación seleccionamos 6 libros para que disfrutes como el que más de este tópico tan versátil.

Contenidos

Clásicos

No se puede hablar de novelas que siguen la dinámica de enemigos a amantes sin mencionar la obra que sirve de referente para todas las demás: Romeo y Julieta de William Shakespeare. Ni qué decir tiene que la fuerza que emana de las páginas de este clásico literario tiene su origen en lo prohibido de la relación de sus protagonistas: Romeo Montesco y Julieta Capuleto, pertenecientes a familias rivales, se enamoran inevitablemente.

Tras admitir sus sentimientos tendrán que verse a escondidas y luchar contra viento y marea para sacar su amor a flote; desafortunadamente, la pareja no sale victoriosa y de su derrota nace una de las tragedias más celebradas de la literatura.

Otro es el final que les aguarda a Elizabeth y el señor Darcy, protagonistas de Orgullo y prejuicio, una de las seis obras publicadas de la ilustre Jane Austen. Ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XIX, la novela presenta a los Bennet, una familia de origen humilde con cinco hijas de entre quince a veintitrés años. Lizzie, la segunda de ellas, es una joven orgullosa que se niega a ceñirse a las convenciones sociales de su tiempo.

Cuando Fitzwilliam Darcy se cruza en su camino sus personalidades, tan distintas, chocan irremediablemente. Él encarna lo que ella más detesta en el mundo: arrogancia y prepotencia. Sin embargo, según se van conociendo, aquella insalvable enemistad germina en uno de los romances más conmovedores de la literatura universal.

Literatura romántica

Julia Quinn se ha convertido en una destacada autora del género gracias, entre otras obras, a la saga Bridgerton que al igual que Orgullo y prejuicio se desarrolla en Inglaterra durante el período de la Regencia. De sus ocho entregas —cada una protagonizada por uno de los hermanos— nos ocupa la segunda: El vizconde que me amó. El primogénito de la familia, Anthony, ha aceptado por fin su destino y decide buscar esposa.

La candidata más adecuada para asumir tal papel es Edwina Sheffield, pero para conseguir su mano tendrá que recibir antes la aprobación de su hermana Kate. Tomando como referencia la mala fama del joven, no se lo pondrá fácil.

Así, enfrentamiento tras enfrentamiento, la distancia que los separa va haciéndose cada vez más pequeña hasta que solo queda entre ellos una flamante atracción y un irrefrenable deseo por estar juntos.

Dejamos de lado las novelas de época y volvemos a la actualidad con Cariño, cuánto te odio, una novela en la que dos compañeros, que ya se aborrecían de por sí, se declaran la guerra ante la posibilidad de un ascenso laboral. Entre las cuatro paredes de la editorial Bexley & Gamin Lucy y Joshua —encantadora y noble ella, calculador y frío él— se pondrán a prueba constantemente en el interminable reto de ver quién es el mejor.

Sin embargo, entre pullita y pullita comienza a asomar la verdad: se conocen, para bien y para mal, al milímetro. Como no podía ser de otra manera en este tipo de novelas, quienes no se soportaban en las primeras páginas van transformando ese odio visceral en la emoción contraria: el amor.

Literatura juvenil

Así como en la novela romántica, el panorama literario juvenil está a rebosar de historias que giran en torno a este cliché. Si a este le sumas una buena dosis de fantasía surge la trilogía Los habitantes del aire de Holly Black, una de predilectas entre el público lector más joven.

Su primera entrega, El príncipe cruel, nos introduce a Jude, una humana a la que llevaron de muy pequeña a Faerie, un mundo mágico donde los mortales no siempre son bienvenidos.

Además de tener que vivir en un lugar que le es ajeno, Jude deberá lidiar con criaturas que se creen superiores, entre ellos Cardan, su compañero de clase de sangre real. El odio que se profesan, fruto tanto del clasismo como de la diferencia entre sus personalidades, es uno de los factores más interesantes de la aclamada saga.

¿Qué pasaría si el hijo de la presidenta de Estados Unidos y el príncipe heredero de Inglaterra se vieran obligados a fingir que son amigos, a pesar de no soportarse el uno al otro?

Esta es la situación que se nos plantea en Rojo, blanco y sangre azul, un young adult en el que sus protagonistas Alex y Henry no podían pertenecer a mundos más diferentes: la política y la realeza.

Cuando la prensa se hace eco de un altercado entre los dos jóvenes, ambos países trazan un plan para paliar los daños y eso implica que, de cara al público, parezcan cercanos. Conforme avanza el tiempo, las rencillas entre ellos disminuyen y van forjando un vínculo que, a la larga, puede convertirse más en un problema que en una solución.

Y como estas historias, hay cientos en el mercado editorial. Al tratarse de un cliché tan popular seguirán escribiéndose y publicándose novelas que lo aniden entre sus páginas. ¡Y nosotros encantados!

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