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Todo lo que necesitas saber sobre el minimalismo en fotografía

El minimalismo es un estilo fotográfico que goza de gran popularidad entre muchos fotógrafos, porque nos permite identificar claramente cuál es el elemento protagonista de la toma sin que haya distracciones de por medio.

En un mundo en el que la saturación de información e imágenes está cada vez más arraigada, cuando contemplamos una obra minimalista disfrutamos de una experiencia visual mucho más relajante. En el artículo de hoy, abordaremos cuáles son las principales claves de este estilo fotográfico para que tu también puedas ponerlo en práctica.

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¿Qué es el minimalismo?

El minimalismo es un estilo artístico que han empleado numerosos artistas del siglo XX, cuya esencia es el uso de una cantidad mínima de componentes como el color, la forma, la línea, los patrones y/o la textura.

Con este estilo se pretende transmitir un concepto, una idea o incluso una respuesta emocional por parte de quien observa la imagen. Es por ello que es de vital importancia reducir al mínimo los elementos que aparecen en la composición, de forma que aquellos que aparezcan en ella sean esenciales para transmitir lo que queremos.  Aunque por supuesto, debemos tener en cuenta que se trata de un estilo muy subjetivo, por lo que está abierto a diferentes interpretaciones.

Hacer fotografía minimalista nos presenta un gran desafío, ya que contar una historia con los mínimos elementos es una tarea complicada, pero no imposible. Si hacemos el esfuerzo de poner en práctica este estilo fotográfico estaremos incorporando una nueva perspectiva desde la que fotografiar aquello que nos rodea, siendo capaces de convertir en auténticas obras de arte momentos que son cotidianos.

11 Consejos para aplicar el minimalismo en fotografía

A continuación veremos qué recursos son los más utilizados a la hora de componer nuestras fotografías minimalistas. Comprobarás que hemos intentado desglosarlos al máximo, aunque debo avisarte de que todos están íntimamente relacionados entre sí.

1. Menos es más

Si hay algo esencial en el minimalismo es que menos es más. Debemos buscar la simplicidad en nuestras fotografías, lo cual no significa que nuestras tomas tengan que ser aburridas o poco interesantes.

Lo importante es que escojamos un motivo principal que sea llamativo y atractivo, para que capte la atención del espectador desde el primer instante. Ese motivo, que no tiene por qué ser siempre un sujeto, debe ser el elemento más fuerte de la toma, aunque eso no signifique que ocupe la mayor parte de la composición.

Cuando vayamos a realizar nuestra toma minimalista, tan importante es el centro de interés como aquello que le rodea. Al componer la toma, deberemos cuidar muy bien el espacio que rodea al punto de interés, ya que dependiendo de lo que incluyamos en el encuadre y desde qué perspectiva lo hagamos, puede distraer la atención y robarle protagonismo al motivo principal.

2. Aísla el tema

Hemos visto que colocar menos elementos en nuestra composición es esencial para practicar la fotografía minimalista, pero además es importante que aislemos nuestro tema principal, bien buscando fondos lisos o neutros, y utilizando profundidades de campo escasas que nos ayuden a desenfocar los elementos del fondo de nuestra fotografía.

3. Composición

Como te decíamos, tener un elemento bien destacado en nuestra composición es esencial para mejorar el impacto de nuestra captura. Es por ello que resulta de gran importancia que antes de disparar a lo loco, te tomes tu tiempo para analizar qué elementos incluyes en el encuadre y cuáles no, así como también cómo distribuirás el espacio en el que se encuentra el elemento protagonista.

Por ejemplo, la regla de los tercios puede ayudarte a decidir cómo componer tu imagen, así como también puedes valerte del juego que ofrecen los patrones y las líneas.

La clave en parte radica en que nuestro sujeto o motivo protagonista aparezca bien enfocado, y si utilizas una profundidad de campo escasa que consiga destacar a ese elemento, todavía atraerás más la mirada hacia el centro de interés.

4. El poder de las líneas

Las líneas son un elemento compositivo común que nos ayudan a atraer la mirada del espectador hacia un punto concreto de la imagen, y además también tienen la capacidad de transmitir sensación de profundidad o distancia.

En en el minimalismo, las líneas fuertes tienen un papel muy importante, ya que pueden generar sensación de aislamiento, separación, conexión, distancia, proximidad y profundidad.

Además, tanto las líneas verticales bien marcadas, como las horizontales o las diagonales, pueden actuar como una base para que el resto de la fotografía fluya sobre ellas.

5. Iluminación

No hay fotografía sin luz, pero tampoco sin sombras. El contraste entre luces y sombras se utiliza mucho para crear imágenes minimalistas, por lo que trata de estar atento a la iluminación y las sombras de tu entorno, ya que nunca sabes dónde puede aparecer la que será tu próxima foto minimalista.

6. Colores Complementarios

Si hay un recurso con el que se suele jugar mucho en la fotografía minimalista es el color. El color es extremadamente útil cuando queremos conseguir una imagen sencilla, pero a la vez queremos destacar la atención sobre un punto.

Buscar el contraste entre colores, o jugar con elementos que tengan colores complementarios, como amarillo y morado, o naranja y azul,  funcionará muy bien.

6. Blanco y Negro

Un modo de minimizar una fotografía a su máxima expresión es, además de aplicar algunas de las técnicas que estamos comentando, disparando la imagen en blanco y negro. De esta forma todavía estaremos eliminando una distracción más, que es el color, y dejaremos la imagen en su pura esencia.

Pero ojo, no cualquier fotografía en blanco y negro es una fotografía minimalista, no te confundas. Deberás aplicar otros recursos como el uso del espacio negativo y elegir una buena composición.

7. Patrones

Los patrones geométricos también son un buen recurso para utilizar en nuestras composiciones minimalistas. La arquitectura te brindará estupendos ejemplos de ellos para que puedas incorporarlos en tus fotografías, como ventanas, escaleras, puertas, paredes de ladrillos, o incluso puentes.

8. Texturas

Hablábamos antes de patrones, pero las texturas también se utilizan mucho en fotografía minimalista. Para hacerlo, una buena iluminación será clave para realzar las texturas y resaltar su contraste y(o colores. El objetivo es que el espectador pueda llegar a sentir cómo sería tocar el elemento cuya textura estamos viendo.

9. Espacio negativo

Ya te hemos contado en otras ocasiones que el espacio negativo es muy valioso en una captura, porque por una parte nos ayuda a dejar respirar la composición, y por otra al intentar dejarla más limpia de elementos, también conseguiremos focalizar más la atención sobre nuestro motivo fotográfico principal, algo que resultará muy útil para nuestras imágenes minimalistas.

Además, el espacio negativo también nos permitirá crear un sentido de escala en la imagen, dándonos pistas de cómo son de grandes o pequeños los objetos o sujetos protagonistas de la imagen en relación al entorno en el que se encuentran.

Puedes buscar el espacio negativo por ejemplo cambiando de ángulo y disparando hacia el azul del cielo, en el color de la pared de una casa. o incluso en un fondo desenfocado. Las posibilidades son muchas.

10. Contraste

Cuando buscamos una respuesta emocional, el contraste es uno de los mejores recursos que encontraremos. Y no solo me refiero a contraste de colores, o contraste lumínico entre luces y sombras que son los que a todos nos vienen a la cabeza cuando pensamos en la palabra «contraste».

Este término también engloba el contraste entre formas, o incluso entre ideas o sentimientos, lo cual es un fantástico recurso para transmitir un mensaje con fuerza y que deje al espectador pensando, obteniendo así toda su atención.

11. Cuenta una historia

Ya hemos analizado muchas de las claves que caracterizan a una buena fotografía minimalista: tienen un centro de interés llamativo, líneas simples, colores atractivos y contrastados… Pero para ir un paso más allá nos hace falta algo más. ¿Es tu imagen capaz de contar una historia siguiendo el estilo minimalista? ¿Puede llegar a transmitir sensaciones o conceptos?

Para poder contar una historia en una captura minimalista deberemos tener un centro de interés fuerte, pero además deberemos valernos de la iluminación, las personas o el movimiento.

¡Quédate con lo importante!

El estilo de fotografía minimalista puede ofrecernos imágenes con muchísima fuerza. Que sean sencillas y contengan los mínimos elementos posibles para evitar las distracciones, hará que el espectador sepa de forma instantánea hacia dónde tiene que mirar.

Te animamos a que la próxima vez que salgas con tu cámara no tengas miedo a probar estilos diferentes, y te atrevas a poner en practica este tipo de fotografía.

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