Contenidos
CLASIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 8’5
Tras el gran éxito cosechado por ‘Historia de un jabalí’, considerada por la crítica como una de las mejores obras de teatro de los últimos años, se acaba de estrenar en el Matadero un nuevo texto de Gabriel Calderón, el prestigioso dramaturgo uruguayo que en 2004 sorprendiera al mundo con ‘Mi muñequita (la farsa)’, uno de los espectáculos más influyentes del teatro uruguayo en lo que va del siglo XXI.
Hasta el 5 de mayo, se representa en la Sala Fernando Arrabal ‘UZ, EL PUEBLO’, una comedia negra (negrísima) de Calderón que aborda la vida de la familia de Grace y Jack en el tranquilo pueblo de Uz. Todo transcurre plácida e idílicamente hasta que un día Grace (genial Nuria Mencía) pierde su trabajo en la Iglesia y está preocupada por cómo va a alimentar a sus dos hijos: Dorothy (una joven autista) y Tommy, un deportista y exitoso joven que es el orgullo de la familia. Ese mismo (y fatídico) día Grace vivirá una epifanía y tendrá un ‘encuentro’ con Dios, que le va a pedir que haga algo muy radical para reafirmar su fe. A partir de ese momento, los acontecimientos se precipitan en la casa del matrimonio y no pararán de sucederse episodios surrealistas y disparatados que afectarán al resto de los ciudadanos de Uz y transformarán al pueblo en un ente completamente irracional.
Gabriel Calderón ha escrito una delirante comedia plagada de humor negro (negrísimo) que nos hace reflexionar acerca de nuestras creencias y sus límites que, llevados al extremo, generan situaciones que desembocan en la locura más absoluta, como ocurre en Uz. A lo largo de 95 minutos, el dramaturgo uruguayo deja en evidencia hasta donde es capaz de llegar el ser humano cuando decide llevar la fe hasta su última expresión, convirtiéndose de este modo en fanáticos e insensibles con lo que ocurre a nuestro alrededor.
Natalia Menéndez dirige el montaje con brillantez y realiza una puesta en escena llena de dinamismo con continúas entradas y salidas de personajes. En muchas ocasiones, parece que estamos viendo una sitcom en un plató de televisión. Mónica Boromello ha diseñado el espacio escénico -de forma muy acertada- recreando una casa rústica de madera, con todos los elementos del mismo material. La puerta de la vivienda, situada a la derecha de la escenografía, jugarán un papel fundamental durante toda la función. Juan Gómez-Cornejo es el artífice del diseño de luces y, Antonio Belart, del vestuario.
En un montaje de estas características hay que hacer especial mención a dos apartados. Por un lado, la composición musical y la ambientación del espacio sonoro, obra de Mariano Marín, que ha hecho una labor espléndida componiendo una partitura que se ajusta como un guante a la historia, y que le da un tono de thriller inquietante -y elegante, al mismo tiempo- a la alocada comedia de Calderón. Por otro lado, hay que alabar el trabajo de movimiento escénico que ha hecho Mey-Ling Bisogno. Como señalábamos anteriormente, ‘Uz: el pueblo’ transcurre a un ritmo frenético con continúas salidas y entradas de personajes, que están siempre en constante movimiento. De ahí que este apartado sea crucial. Natalia Menéndez coordina todos estos elementos con enorme eficacia y el resultado es un montaje sobresaliente.
Uno de los puntos fuertes de ‘Uz: el pueblo’ es su sólido y magnífico reparto encabezado por unos geniales Nuria Mencía y Pepe Viyuela. Dando vida a Grace, Mencía vuelve a demostrar por qué es una de las mejores actrices de nuestro teatro. A lo largo de casi cien minutos, da un todo recital derrochando vis cómica en un papel complicadísimo que le obliga a estar continuamente en el filo del alambre, dado el extremismo de su actuación. Nuria Mencía sale victoriosa del reto y nos brinda una de las mejores actuaciones de su carrera. Viyuela, por su parte, brilla con un personaje disparatado y surrealista -que hace todo lo que está en sus manos para seguir conservando el amor de su mujer- y le permite sacar todas sus armas en sus ‘cara a cara’ con Mencía, dejando patente también que es uno de los grandes cómicos de este país.
Completan el elenco un nutrido grupo de actores, muy bien dirigidos, que siembran de risas y carcajadas el patio de butacas del Matadero: José Luis Alcobendas (interpreta al cura de pueblo), Javier Losán (el carnicero), Ángela Chica (la hija del carnicero), Ruth Núnez y Trinidad Iglesias (con Rocío Calvo de cover) -divertidísimas como las vecinas solteronas y muy cotillas-, Julio Bohigas-Couto (Tommy) y Veki Velilla (Dorothy).