La Arquidiócesis de Caracas se encuentra sumergida en una polémica crisis económica por aparentes casos de corrupción y desvío de donaciones a la iglesia, donde figura el Presbítero Honegger Molina como uno de los responsables.
Molina habría recibido donaciones de la cadena de tiendas por departamento Traki, que dirigiría a una hacienda de su propiedad en Los Andes venezolanos y no a la iglesia, como se estimaba.
En la denuncia, reseñada por el portal web ‘El Pulique’, se recoge que Honegger Molina aprovechó el proceso de canonización de José Gregorio Hernández. Esto en beneficio de la Arquidiócesis de Caracas, dirigida por el cardenal y arzobispo, Baltazar Porras.
Del mismo modo, usaría esto para beneficiar sus intereses personales, considerando el poder lucrativo de la venta de imágenes, efigies y turismo religioso.
Asimismo, la fuente anónima citada por El Pulique, aseguró que Gonzalo Morales Divo, empresario declarado culpable de corrupción, soborno y lavado de dinero en Estados Unidos, fue el beneficiario del segundo milagro del beato José Gregorio Hernández, milagro necesario para su canonización.
Los manejos de Alejandro Keri Zeppenfeldt
Por otro lado, el padre Alejandro Keri Zeppenfeldt es considerado como el principal responsable del desvío de los fondos. Él es el encargado de administrar las finanzas de la Arquidiócesis de Caracas.
Como ecónomo diocesano, debe garantizar la transparencia en el manejo de los fondos de la diócesis, así como la seguridad en la ejecución de presupuestos, gestión de bienes y propiedades, la administración de los fondos y contabilidad de la Iglesia.
Los viajes de Keri Zeppenfeldt al exterior lo han puesto en el ojo del huracán, puesto que el alto mando eclesiástico del país ha mostrado su preocupación al no saber de su paradero actual.
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