Arte Cultural: “Las ‘fake news’ y el discurso de odio se retroalimentan mutuamente” – LA MIRADA HUMANA

By Arte Cultural Abr23,2024
Dámaso Izquierdo, investigador Juan de la Cierva, coorganiza el simposio internacional e interdisciplinar ‘Hate speech at the crossroads of aggression, anxiety, and resonance’. Autora: Mª Isabel Solana

Los insultos racistas al jugador del Real Madrid Vinicius han puesto sobre la mesa de nuevo la necesidad de combatir en la esfera pública los discursos que alimentan el odio. Sin embargo, los mensajes explícitos no son los únicos de los que nos tenemos que defender. Hay otros más sutiles que, precisamente por no resultar tan reconocibles, tienen más capacidad de calar en los medios y en los ciudadanos.

Dámaso Izquierdo, investigador Juan de la Cierva del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, repasa estas cuestiones en esta entrevista con motivo del simposio internacional e interdisciplinar ‘Hate speech at the crossroads of aggression, anxiety, and resonance’. El evento tiene lugar en Pamplona los días 6 y 7 de junio de 2023 y está organizado por el grupo ‘Discurso Público’, en el marco de los proyectos ‘La agresión verbal ante la libertad de expresión en las redes sociales’, de Dámaso Izquierdo, y EMOFORTE, de Melike Akkaraca, investigadora Marie Curie. Su objetivo es abordar las relaciones entre discursos agresivamente excluyentes y las percepciones de inseguridad acompañadas de sentimientos de ansiedad y alienación. 


La lacra del discurso de odio está en boca de todos estos días por los insultos racistas a Vinicius, jugador del Real Madrid. Con agravios tan explícitos, resulta fácil identificar este tipo de discurso, pero, ¿qué ocurre con aquellos casos en los que se da de forma más sutil? 

Es cierto que los mensajes más explícitos, con descalificativos claros como los que ha recibido este delantero, evidentemente nos causan rechazo. En principio generan una condena unánime por parte de toda la sociedad, exceptuando a algunas personas muy radicalizadas, que sí aceptan los insultos y son activas en ellos. Sin embargo, hay otros mensajes en los que las ofensas se encuentran de manera más implícita y tienen mayor capacidad de llegar a capas de la sociedad con gente que no es radical, que no forma parte de grupos xenófobos, por ejemplo. Los aceptamos con más facilidad: es más sencillo que calen en los medios de comunicación y las redes sociales. Por eso representan mayor peligro a corto y medio plazo. 

¿Cómo podemos desenmascararlos?  

En las redes sociales y en foros de medios digitales existen algunas estrategias, como detectar la presencia de palabras concretas. Pero esto no resulta suficiente para entender el discurso de odio. De hecho, los controles se sortean con estrategias tan sencillas como cambiar una letra de uno de esos vocablos por un número o un signo, como vemos habitualmente. Al margen de eso, queda todo un espectro de posibilidades. Una de las principales dificultades es que no hay unos elementos lingüísticos específicos que marquen de forma inequívoca cuándo estamos este tipo de mensajes y, por tanto, sólo cabe detectarlos manualmente. Eso implica ir caso a caso y requiere  un conocimiento más amplio. Por lo tanto, hace falta un lingüista que esté detrás para valorarlo, especialmente ante los casos más complicados. 


«No hay unos elementos lingüísticos específicos que marquen de forma inequívoca cuándo estamos ante un discurso de odio implícito. Implica ir caso a caso y hace falta la valoración de un lingüista».


¿Las noticias falsas alimentan el discurso de odio? 

Las noticias falsas y el discurso de odio se retroalimentan mutuamente. Hay comunidades en las redes sociales que buscan estigmatizar a un grupo social en concreto y para hacerlo, entremezclan ambas cosas. Lo puedo ilustrar con un estudio que hemos realizado en el proyecto europeo CoMMiTTEd, un observatorio de noticias falsas para promover el pensamiento crítico y la alfabetización digital en tiempos de crisis. Se trataba de un caso de antisemitismo que tenía un estilo muy factual en Twitter. Señalaba a diferentes personalidades relevantes en farmacéuticas que habían desarrollado vacunas contra el covid. 

¿Cómo conseguían manipularlo?

Buena parte de los tuits estaban compuestos por fragmentos de noticias reales publicadas en medios de la comunidad judía, que claramente no se pueden considerar antisemitas. La descontextualización de esas partes extraídas y la nueva contextualización cambiaban completamente el sentido de lo que había aparecido originalmente. Los mensajes procedían de foros antisemitas muy radicales que buscaban persuadir a la sociedad de la maldad de los judíos. Eran un arma para transmitir odio. 

¿Cómo se trasladan las fake news de odio de usuarios radicalizados al resto de la sociedad?

Aunque los mensajes originales se reproducían en foros a los que no acude el ciudadano medio, a través de esta esta estrategia global -estilo factual, datos extraídos de noticias reales- se llega a usuarios normales de un contexto como el español, donde no hay un antisemitismo tan fuerte como en otros países europeos. Constituye una muestra evidente del peligro potencial de este tipo de noticias falsas para despertar y alimentar el odio en cualquier persona. 


«Las noticias falsas tienen un gran potencial para despertar y alimentar el odio en cualquier persona». 


¿Cuál es la receta con la que se “cocinan” las noticias falsas?

Las que tienen más éxito son las que combinan de manera ingeniosa contenidos reales con otros falsos. Normalmente es difícil encontrar alguna absolutamente falsa. Un periodista que conoce bien el género podría hacer el ejercicio de redactar una que fuera creíble, por supuesto. Pero lo que hemos detectado el equipo investigador no es esto, sino lo primero que he descrito.

¿Cómo han sabido distinguir ante qué se encontraban?

A veces incluyen imágenes que no se corresponden con el acontecimiento del que se está hablando. Por ejemplo, en el caso de nuestro estudio sobre los migrantes y el covid, hablaban de migrantes que llegaban a las costas españolas en plena pandemia, pero las imágenes eran de otros años y se veían banderas de otros países, como Italia o Francia. Ahí se ve claro: la imagen es real, pero de otro evento.

¿El discurso de odio por motivos de racismo es mayoritario?

No lo hemos analizado cuantitativamente desde esa perspectiva, pero podemos asegurar que no es el único tipo que existe. Hay otros como las causas ideológicas en la política. Con todo, puede que la xenofobia sea una de las áreas temáticas más visibles.

Autora: Mª Isabel Solana

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