A primera vista, la última obra del artista mexicano Jorge Méndez Blake, titulada El castillo, parece una pared de ladrillo normal, pero una mirada más atenta revela una curva sutil en medio de la escultura. El culpable de ese arqueamiento: un libro. En los cimientos, entre el suelo y la primera capa de ladrillos, hay una copia de El castillo de Kafka.

Con un trasfondo que combina la arquitectura con el amor por los libros, Blake rinde homenaje a Kafka colocando una de sus novelas más conocidas en la base, de modo que deforme la monumental estructura de ladrillo rojo. La idea de Blake es revelar el inmenso poder que tiene un solo libro, una metáfora de cómo una pequeña idea puede tener un efecto monumental.

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